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Viajé sola, pero nunca lo estuve….

Mi primer desafío de este 2016 fue viajar sola en mi propio país y realizar un trekking de 9 horas sin tener gran en experiencia en ello.
Por: Cynthia Arancibia

Mi primer desafío de este 2016 fue viajar sola en mi propio país y realizar un trekking de 9 horas sin tener gran en experiencia en ello, aunque no suene muy desafiante, para mí lo era, ir al fin del mundo y no saber que iba pasar ya era mucho, la ansiedad, el nerviosismo y la emoción me invadían. Solo quería sentir todo lo que siempre Alan comenta cuando habla de lo positivo que es viajar solo. Quería estar conmigo misma, disfrutar a mis tiempos, quería obligarme a entablar conversación con personas que no conocía y quizás hacer nuevos amigos.

Hoy puedo decir felizmente que este viaje me entregó todo eso y mucho más!!!

Mi destino elegido fue la Patagonia Chilena, mi objetivo principal conquistar las bases de las Torres del Paine a través de un Trekking de 9 horas. Para mi eso era todo un desafío, tenía miedo de hacerlo ya que no soy una persona muy deportista, pero las ganas de ver esa Maravilla del Mundo eran más grandes, así que decidí realizarlo.

Llegue a Punta Arenas desde Santiago y luego de pasar un par de días en esa ciudad me fui a Puerto Natales, la ciudad que recibe a todos los viajeros que quieren conocer las Torres del Paine.

Yo contrate el trekking y otras excursiones con Patagonia Trips, una empresa  súper responsable y que generalmente trabaja para un público joven.

Todos lo que habíamos contratado el trekking teníamos que juntarnos en Punta Arenas y de ahí viajábamos juntos a Puerto Natales, antes de conocer a mis futuros compañeros de aventura, ya me estaba anticipando y pensaba en que me iba a encontrar con parejas o grupos de amigos armados y yo iba a ser la única viajera sola, pero para mi sorpresa dentro de mi grupo habían 4 chicas que al igual que yo viajaron solas, y al comentar el por qué habíamos viajado solas, coincidimos en que fue decisión propia y cada una estaba en un buen momento de la vida y que simplemente queríamos disfrutar de nosotras mismas, conocer gente nueva  y  dejar por unos días nuestras rutinas y liberar la mente!

No sé si el universo conspiró para que nos reuniéramos o simplemente fueron coincidencias de la vida, pero sea como sea esto lo agradezco. Por primera vez veo que un grupo de 16 personas se lleven tan bien!! Sentí que estaba en el lugar correcto con las personas correctas, desde el primer día hasta que terminó el viaje estuvimos viviendo experiencias juntos y construyendo recuerdos que perduraran por siempre. Había una vibra especial en mi grupo…todos con el mismo objetivo, disfrutar la inmensidad de la Patagonia.

Juntos como siempre, iniciamos nuestro trekking a las anheladas Torres del Paine, nuestro guía nos dio información de lo que nos esperaba en el camino, horas de hermosos paisajes y de senderos eternos en subida jajaja… me asustó un poquito cuando dijo que era “algo” pesado el camino, y bueno ya estaba ahí, así que a darle con toda la energía.

Comenzamos nuestro recorrido en el Hotel Las Torres (donde se hospedó Alan), a propósito de Alan, lo recordé todo mi viaje, ya que gracias a él me decidí a ir sola y escoger la Patagonia como destino, además, no sé si solo a mí me pasa, pero todo el viaje fui reconociendo los lugares por donde había estado él, y esto hizo aún más entretenido el viaje 😀 .

Bueno como decía, comenzamos a caminar desde el hotel 1 hora y media de solo subida (pesadita para mí que no hago mucha actividad física) si quieren ahorrarse esa caminata pueden subir en caballo como lo hizo Alan hasta el Refugio Chileno, es de GRAN ayuda, ya que la primera parte es lo segundo más difícil del camino, palabras de mi guía!! (costo $45.000 CPL).

Luego de una hora y media de arduo camino y yo con el corazón en la mano y las piernas adoloridas llegamos al Refugio Chileno, donde descansamos unos minutos y aprovechamos para comer algo. En este Refugio se quedan las personas que van a hacer  la “W”, trekking que dura 5 días aproximados, aquí hay sitios para acampar, si no llevas carpa, la arriendan y además hay habitaciones compartidas para pasar la noche.

Después de unos 20 minutos en el Refugio, retomamos el camino por 3 horas y media recorriendo el maravilloso bosque de lenga, atravesando puentes, observando ríos, acantilados y cóndores, soportando vientos y lluvia.

Ya quedaba menos para llegar a las “Bases”, pero yo estaba tan cansada y sentía que mis piernas no podían más, el último tramo es una montaña de rocas, las cuales tienes que subir casi a “cuatro patas” a no ser que seas un súper deportista jaja. Yo como no lo soy, lo subí apenas, fui la última de mi grupo, mi guía me animaba en el camino y yo solo le pedía a los dioses viajeros que me dieran la fuerza suficiente para llegar a la cima, hubo momentos en que pensé que no lo lograría y que me iba a tener que quedar esperando a que mi grupo volviera, pero la mente es tan poderosa que no sé de dónde saqué fuerzas.

Cuando mi guía me dijo que ya estábamos llegando, no sé qué me pasó, pero fue como si me hubieran inyectado energía en mis piernas y de la nada se me fue el cansancio y el dolor, y comencé a subir como si recién hubiera empezado el trekking. Antes de llegar, saqué mi cámara y comencé a grabar el momento en el que iba a recibir mi premio final!.

Estaba nublado y lloviendo pero no me importó, cuando empecé a ver esas inmensas paredes de granito gris, sentí que estaba entrando en otro mundo, alejado de toda realidad. Me sentí pequeña ante tanta inmensidad. Las Torres estaban parcialmente a la vista y la laguna no tenía el color turquesa que uno ve en las fotos, pero yo estaba tan feliz de haber llegado ahí sin que me diera un paro cardiaco que no me importo jaja.  Disfruté el corto momento que estuve ahí y agradecí por tener la oportunidad de ver una de las Maravillas del Mundo!!.

Ya era hora de irse, el primer grupo ya había partido y yo para no quedar al último de nuevo, comencé a despedirme de ese hermosos lugar con angustia porque no me quería ir, fui caminando despacito sacando las ultimas fotos y mirándola por última vez, cuando de repente los Dioses Viajeros recompensaron mi esfuerzo y comenzaron a correr un poquito las nubes y pude presenciar el maravilloso cambio de color de la laguna, de gris fue pasando a ese verde o color turquesa que había visto en las fotos (Las torres no se despejaron completas) pero solo con ver eso estaba pagada…fueron segundos!! Y se volvió a nublar. Fue increíble!! Y ahí pude decir Misión Cumplida!!

Cuando uno va a la Patagonia hay que ir con la idea de que se puede encontrar con las 4 estaciones del año en 1 día, puedes tener la buena suerte de que te toque despejado, o puede que te toque lluvia, viento y que esté nublado, como fue mi caso. Me tocó un clima horrendo! Pero no me importó!! Yo  agradecí que me tocara experimentar todos los climas en un día. Agradecí sentir el viento de 80km/hr cuando pasábamos por estrechos senderos con el precipicio al lado y tener que sentarnos para que no nos volara, Agradecí sentir la lluvia cuando estaba exhausta, Agradecí ver el sol iluminar las montañas nevadas y la laguna. Agradecí a la vida la gran oportunidad que me estaba dando de sentir la naturaleza en todo su esplendor!!

Este viaje fue todo lo que yo andaba buscando, lo que necesitaba! Me hizo sentir como la primera vez que viajé a la aventura en Machu Pichu, Me hizo revivir…Me llevé los mejores recuerdos para mi colección y además me regaló grandes amigos!

Como dice el título, uno viaja sola pero al final nunca lo estás!

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