Secciones Tú x el Mundo

Un pedazo de cielo en la tierra

En julio de 2015, decidí ir con mis amigos Raul y Ramon al Salar de Uyuni; previamente haciendo escalas por Brasil y Perú.

Por: Héctor Pavon 

“Un viaje se mide mejor en amigos que en millas.”

Todo comenzó durante un viaje muy loco con mis amigos por diferentes capitales de Europa en un día de verano del 2014, en la Ciudad de Moscú, platicando de viajes con un camarada ruso muy experimentado en el tema nos comentó que uno de los lugares más impresionantes del mundo era el Salar de Uyuni, primera vez que escuchaba acerca del salar y de Uyuni.

Resulta que el salar de Uyuni es el mayor desierto de sal continuo y alto del mundo, con una superficie de 10,582 km2. Se localiza a unos 3650 msnm en el suroeste de Bolivia en la ciudad de Uyuni.

Mi nombre es Hector y un año después, en julio de 2015, decidí ir con mis amigos Raul y Ramon al Salar de Uyuni; previamente haciendo escalas por Brasil y Perú, pero eso ya es otra historia.

Después de miles de kilómetros recorridos en Sudamerica, tomamos un Camión de La Paz a Uyuni, el trayecto fue de 10 horas. Al llegar a Uyuni iniciamos una excursión de 3 días y 2 noches por paisajes de sal, desiertos y lagunas de colores de la Reserva Eduardo Avaroa. Hay excursiones de 1 día o de 5 días. No teníamos bien claro a qué nos enfrentábamos pero es parte de la aventura, llegamos a estar a -30 grados centígrados bajo cero, ya que era temporada de invierno, y a 4,700 msnm.

La excursión la tomas en un camioneta 4×4, en la ciudad de Uyuni, con un chofer que se conoce todas las rutas, las camionetas tienen una capacidad de 7 personas, incluyendo al chofer, nosotros éramos 3, por lo que nos tocó compartir la excursión con franceses.

La ruta al salar fue muy fría, ventosa y con alta radiación solar, es recomendable ir preparado con ropa especial y, para personas que no resistan la altura, llevar alguna medicina o que mastiquen hoja de coca que es muy común por allá.

SALAR DE UYUNI

Iniciamos la excursión haciendo parada en el cementerio de trenes de Uyuni, el cual es realmente impresionante y te hace recordar que todo cumple su ciclo.

El deslumbrante manto blanco del Salar de Uyuni se asemeja a un inmenso glaciar.

Al ser temporada de invierno, se endurece la superficie del salar y aparecen figuras casi geométricas formadas por las partículas de sal aglomeradas en polígonos.

En el lugar pueden conocer cómo es el procesamiento de sal, admirar los montículos de sal, la zona donde se llevó a cabo el rally de Dakar, la zona de los exploradores y disfrutar de la Isla Incahuasi que está formada por roca volcánica y cactus gigantes.

Parece que estás en el lugar escogido por Dios para ser el cielo en la tierra. Pero estos paisajes y lugares impresionantes son apenas la introducción de la excursión. Para todo lo que vivimos en los demás días no hay palabras que describan lo que ves y vives, la naturaleza es la perfección misma y a veces uno necesita tener contacto con ella para darse cuenta de las maravillas que hay afuera y que tienes que salir a buscarlas. Tengo impresionantes recuerdos en mi memoria de lagunas, montañas, volcanes, géisers, animales salvajes, cambios drásticos de temperatura, altura, etc.

La laguna que más me impresionó fue la Laguna Colorada, que es el centro principal de anidación de los flamencos y cuyas algas y plancton, activados por la radiación solar y el viento, dan el color rojo tanto a la laguna como a las patas y parte del plumaje de estas exóticas aves. Al final de la excursión puedes disfrutar de aguas termales a 4,700 msnm y relajarte después vivir días como explorador.

Me llevo de Uyuni, Bolivia, una de las más grandes experiencias de mi vida y de tener el placer de visitar un pedazo de cielo en la tierra pero también de realizar el viaje con mis amigos y vivir la aventura juntos.

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