Secciones Tú x el Mundo

Saliendo de mi zona de confort

Muchas veces uno tiene muchos miedos como: estar solo, a lo desconocido o a uno mismo… ¡pues yo tenía miedo a las tres!

Por: Kevin Costa Rica Casas

Muchas veces uno tiene muchos miedos como: estar solo, a lo desconocido o a uno mismo… ¡pues yo tenía miedo a las tres!

Un buen día me cansé de la rutina, me quité los miedos, los conformismos y me enlisté para la mejor aventura de mi vida. Mucha gente opinó en esta decisión preguntándome ¿vas a dejar tu trabajo?, ¿vas a viajar solo? Pero yo tenía una motivación extra, la cual era ir a visitar a todos mis amigos que durante tres años, trabajando en un hotel, había conocido y todos se encontraban en distintos países de Europa, así que por lo mismo escogí a este continente como mi primer destino.

Lo primero que tuve que hacer fue plantear una ruta, así que tomé un mapa de Europa y fui marcando todo lo que quería ver y conocer. Marqué primero las ciudades donde vivían todos esos amigos que quería visitar, después marqué todos los sitios que en películas, fotos, videos y demás, había visto y me ilusionaba mucho conocer.

Empecé recorriendo el centro de Europa y mis mejores herramientas para encontrar hospedaje fueron hostelworld, hostelbookers y booking, en ese orden.

Algo que en particular a mí me encanta de viajar es conocer gente nueva, de diferentes países y culturas, ya que uno aprende muchas cosas, no solo para el viaje, si no para la vida misma.

Durante el viaje conocí mucha gente, entre ellos un par de brasileños con los cuales recorrí la ciudad de Colonia, Alemania, y también me comentaron de una app que usaría para el resto del viaje, Go Euro, esta app te ayuda en encontrar pasajes de bus, tren, avión y hasta las publicaciones de Bla Bla Car que los usuarios hacen en Europa, así que fue de mucha ayuda, ya que tienes todas esas opciones para escoger el mejor precio, horarios y formas de moverte en Europa.

Otras herramientas que usé durante el viaje fueron Trip Advisor y Minube, las cuales te dan tips de lugares populares y no tan populares y te aconsejan de sitios a los cuales puedes ir y ni tenía idea que se encontraban en estos países, también me descargué la app CityMaps, que te permite descargar los mapas de los países, ciudades y marcar los lugares a los que quieres ir, y sin necesidad de conexión a internet te muestra en el gps tu ubicación.

Quedé fascinado con la historia y arquitectura de Europa, los canales de Brujas y Ámsterdam, las ciudades góticas de Praga y Gante, las calles de Lisboa y Granada, y la belleza de Venecia y Florencia.

Recorrí 39 ciudades y 14 países en Europa, con experiencias inolvidables, pero después de esto y regresar a casa me quedé con una gran inquietud de seguir conociendo lugares, así que no pasaron ni dos semanas y me enlisté para mi siguiente aventura, América del Sur.

En esta aventura no fui solo, tuve la oportunidad de viajar con uno de mis mejores amigos, Martin, pero no fue nada fácil, ya que naturalmente somos dos personas completamente distintas y convivir con otra persona todo el día no es fácil, pero fue de lo mejor que me pudo pasar, me complementó mucho porque es muy distinto a mí, él es más relajado, así que me dio la libertad de escoger todos los sitios a visitar, pero él tenía la meta de llegar a la Patagonia y yo no, pero pronto él se encargó de contagiarme esa meta.

Empezamos en Colombia, lo recorrimos hasta llegar al eje cafetero y como los dos somos muy sociales fuimos conociendo varia gente de diferentes partes del mundo, donde hicimos un pequeño grupo en el cual hicimos buena amistad con Christina y Caroline, ambas canadienses, y recorrimos el eje juntos.

En verdad es maravilloso convivir con la gente de otros países pero lo único malo es que solo es por un tiempo, así que nos tuvimos que separar para seguir diferentes rutas viajeras, pero uno nunca sabe cuándo se los volverá a encontrar por el mundo.

Seguimos recorriendo Sudamérica, cruzamos Ecuador, paseamos por Perú haciéndolo todo siempre por tierra, ya que viajar en bus por Sudamérica es lo más barato, hasta llegar a uno de los puntos con más magia en el mundo.

Al llegar a Cuzco, lo primero que hicimos fue investigar cómo llegar hasta Machu Picchu, pero yo había escuchado de un lugar que no tenía mucho que había empezado a ser turístico.

Este lugar fue mi favorito en todo el viaje, ya que me ilusionaba mucho verlo, fue muy complicado, lo visitamos primero y tuvimos mala suerte, ya que durante la noche nevó y al llegar a este lugar estaba todo blanco, cubierto de nieve, así que volvimos desilusionados pero con más ganas de ver Machu Picchu.

Después de ver este majestuoso lugar le dije a Martin que debíamos regresar, pero él me comentó que no quería arriesgarse de nuevo y no ver nada por la nieve, así que él prefería conocer otros lugares cerca de Cuzco, así que decidimos que él iría a explorar tierras Incas, pero yo iría a ese lugar, la Montaña Arcoíris.

Simplemente maravilloso, después de levantarme a las 3 de la mañana y hacer un hiking de 4 horas llegué a este majestuoso lugar que valió mucho la pena.

Al regreso, Martin me llamó y me comentó que Christina y Caroline irían a Cuzco, así que las veríamos de nuevo, fuimos a cenar y Caroline comentó que después de Perú tenía que regresar a casa pero Christina quería seguir viajando, así que la invitamos a que se nos uniera y llegáramos juntos hasta la Patagonia.

Seguimos el viaje y después de esto me pasó lo mejor, por la convivencia me fui encariñando con Christina y empezamos una relación. Jamás pensé que en el viaje podría encontrar una pareja, pero lo mejor es que no solo había encontrado una pareja, si no que había encontrado una pareja viajera.

Recorrimos Bolivia, pero al llegar a Chile, Martin nos comentó que tenía que regresar a México antes, por lo que se adelantaría a la Patagonia. Como a Christina le encanta bucear, le entró la curiosidad de visitar la Isla de Pascua, así que nos dirigimos a este lugar.

Seguimos nuestra ruta, recorrimos Chile, pasamos por Argentina, el cual fue mi país favorito, su naturaleza y gente hacen un gran país, tuvimos la oportunidad de recorrer este país haciendo dedo, conociendo gente y camioneros, los cuales eran muy amables, excelentes personas, nos recogían, nos invitaban de su delicioso mate, de su propia comida y hasta nos dejaban dormir en la cabina del tráiler, ya que Argentina es un país muy grande y llegar de un punto a otro por tierra, te cuesta días.

Recorrimos Argentina de norte a sur hasta llegar al fin del mundo, y de regreso al norte, ya que queríamos llegar hasta Brasil, en esa travesía llegamos a otro lugar mágico, el cual lo comparten 2 países, Argentina y Brasil, las Cataratas del Iguazú.

Pasamos por Uruguay hasta llegar a Brasil, donde se nos empezó a complicar todo, ya que no teníamos tanto dinero y Brasil es un país caro y enorme, pero el no tener tanto dinero no fue un impedimento para las ganas de seguir conociendo el mundo.

Pasamos Navidad en Florianópolis y decidimos pasar año nuevo en Rio, ¡lo cual fue una locura!

Millones de personas van cada año a festejar año nuevo en la playa de Copacabana, literalmente un mundo de gente, pero la alegría de los brasileños se contagia rápidamente y uno disfruta el país tanto como ellos lo disfrutan, a pesar de que es difícil moverse en la playa.

Sin duda Brasil es un país muy rico, desde su gente, ciudades y naturaleza. Terminamos nuestro viaje y meta en la ciudad de Manaos, y cumplimos otro sueño, estar en el Amazonas.

Estar en medio de la selva, ver animales como monos, perezosos, anacondas y nadar con delfines rosas, ¡no tiene comparación!

Y después de un año entero de viaje, regresé a casa diciendo, gracias vida, ¡soy muy afortunado!

Tuve la oportunidad de ir a lugares que solo en sueños pensaba visitar, nadé en ríos y lagos, pude ver montañas, glaciares y majestuosos atardeceres.

Visité más de 100 ciudades y 25 países, tuve la experiencia de viajar con un gran amigo, conocer a otros y lo mejor, encontré a una mujer que comparte mucho de mis gustos, pero comparte el mejor gusto de mi vida, viajar.

Rompí con los 3 grandes miedos que tenía y mejor aún, salí de mi zona de confort, salí de lo fácil, de la vida de rutina.

Mucha gente me criticó diciendo que era un loco, que tenía que primero tener una estabilidad económica, estabilidad laboral.

Crecí en una sociedad donde te hacen creer que la gente exitosa es la que tiene el mejor trabajo, el mejor auto, la mejor casa, pero me di cuenta que lo material va y viene, pero lo que vives se queda ahí, para siempre, y ese es el mayor éxito que puedes tener.

Durante mucho tiempo ahorré para comprarme un auto nuevo, pero preferí hacer la mejor inversión de mi vida, viajar.