Tú x el Mundo

Haciendo cuentas

Por: Che Flaca

Cada quién es libre de disfrutar la vida a su manera. Unos lo hacen practicando algún deporte y otros sólo los ven, otros gustan del teatro, la música, danza, fiestas, familia, amigos, en fin, hay tantas formas en las que una persona decide como disfrutar su momento, incluso pueden disfrutar de varias cosas o de todo o hasta de nada y de su soledad, otros, aunque (en mi libre opinión no comparto) disfrutan de vicios como la drogas y otras sustancias tóxicas, aunque para mí dejan de disfrutarse cuando inicia el daño a la salud y a la integridad propia.

Dicen que no hay casualidades, y tampoco creo en ellas ni en el destino, pero la de él fue la más bella y única que he tenido, lo demás los dos contribuimos para que la siguiente historia inicie.

Desde muy pequeña viajé, me gustaba ir a la playa o cualquier lugar donde no me dijeran: quédate quieta, no hagas esto, no hagas lo otro, no, no y no. En cada viaje lo disfrutaba, principalmente con mi padre que me enseñó gran parte de mis valores y los que siempre me acompañan: no hagas cosas que atenten contra tu integridad o que la ponga en riesgo, si vas hacer un favor hazlo sin esperar a que éste sea pagado (sino te llevaras muchas decepciones), si vas a regalar algo, hazlo de corazón y no esperes un regalo mejor, cada persona regala lo que puede y lo que te den recíbelo que algo bueno hiciste para merecerlo. Así iniciaban mis viajes en vacaciones, algunos fines de semana, días de trabajo a otras ciudades siempre le acompañaba, no tuve fiestas de cumpleaños sólo eran viajes; bueno, si recuerdo una pero fue la más extraña. pues nunca había experimentado una.

Un día, el más doloroso, puedo decir, se fue mi amigo que me dio vida para nunca volver a ver, pero la vida continuaba y ahí tomé mi propia terapia, los viajes. Al principio, lo hacía sin planear, sólo tomaba mi auto hacia donde el viento me llevara o hasta donde la gasolina y mi presupuesto alcanzara, eran lugares donde puedo decir que a veces sólo contemplaba por contemplar y el resto se me iba en ilusiones o recordar lo que me dolía o buscar o encontrarme como culpable de lo sucedido, el chiste era perder el tiempo en ello.

Después, ya un poco más consciente disfrutaba de mis viajes a solas y a mi manera. Al poco tiempo las preguntas de mis experiencias con mis amigas hicieron que se unieran a mis aventuras viajeras, no me preocupaba el no tener novio, no me enfrascaba en la cotidianidad del trabajo y mis quejas hacia lo que hacía de lunes a viernes fueron disminuyendo. De vez en cuando compartía ´algo´ que encontraba de ´recuerditos´ y tomaba mil fotos para subir a redes sociales. Con el tiempo fueron disminuyendo y sólo subía las ´mejores´, hasta que un día mi más bella casualidad se reflejó en un comentario.

23 de septiembre 2016. Una página de viajeros (ahí no es tanta casualidad porque nos gusta tener personas como nosotros o con algo a fin, por ejemplo viajeros todo lo que tenga que ver con viajes), subieron unas fotos en parejas y sobre el tema chorrocientos comentarios de que ´era lo más lindo´ y una serie de cursilerías (ahora lo que escribo también le llamo cursilería, pero que le voy hacer), la casualidad es que el primer comentario que vi fue el de un viajero que decía: “Yo siempre viajo solo porque me gusta ser dueño de mi tiempo. Pero creo que también viajar con alguien podría ser divertido, si las dos partes comparten los mismos gustos”. Mi respuesta inmediata: “También me gusta viajar sola…a veces ni si quiera lo planeo, sólo agarro las llaves de mi coche y tomo rumbo, en el camino decido dónde. Mi soledad y yo somos buenas en eso de disfrutar la vida”.  ¿Casualidad? No lo sé, lo que sí les puedo asegurar que fue lo que menos me esperaba que pasara, lo que no buscaba y que rompió con todas mis expectativas de ´compartir´ en pareja.

No sé cómo describir lo que sigue sin caer en la melosa cursilería y exageración de lo que he vivido y disfruto con singular y extrema alegría. Lo intentaré.

A partir de ese momento, no viví un viaje igual, es más que compartir el ´camino´, es desear que se pare el tiempo para continuar la travesía, el gozo de conocer cada rincón de este maravilloso mundo, es construir juntos los sueños que se comparten, es más que planear y adaptarse a un presupuesto que, aunque sí es importante, cuando es el ´viaje´ ni nos acordamos de ´cuánto´ nos costó, es disfrutar la compañía y desear que no se termine, y cuando termina ya estamos planeando la siguiente aventura, es disfrutar la magia del momento y de la compañía.

En los viajes nos ha llovido y hasta eso lo hemos disfrutado, nos han cancelado y retrasado salidas, pero hacemos mucho para poder concluir el viaje y lo más emocionante, no lo sé, siento que hasta disfrutamos aún más llegar al ´lugar´ cuando se nos atraviesan contratiempos.

En los viajes, he de reconocer que no soy buena en la planeación, él es el que lo hace mejor y afinamos juntos detalles, me gustan sus fotos, sus videos y sus ideas de lugares, ya soy mejor en Geografía, aunque aún me pierdo en lugares, aprendí a empacar ´justo´ y ´lo necesario´, sin olvidar lo que nos ayudará a captar esos momentos juntos.

Previo a los viajes, revisamos precios todos los días, cambiamos días para ver cómo nos saldría más económico, vemos videos que dicen qué visitar como los de AXM, lo más emblemático, recomendaciones, videos de seguridad, presupuesto de viaje, transporte, comidas, hotel, tour, VISA, clima, etcétera. Sin que se le pase ningún detalle del viaje, todo lo planea él.

Durante los viajes, los dos hemos aprendido a tolerarnos, creo que hasta el momento hemos dejado claro los acuerdos, eso nos ha ayudado, pues respetamos lo acordado. Disfrutamos cada momento, cada quien con esa individualidad, pero sin alejarnos, comprendemos lo que al otro no le gusta (no tenemos ´todo´ en común), hacemos locuras juntos y nos disfrutamos.

Él ahora conoce 18 países (algunos como estampitas ha repetido) y próximamente, antes de que termine el año, serán 20 e iniciará el año con 4 países que ya tenemos con tickets en la mano y ¡yo soy feliz de acompañarle desde hace ya un año!

Para terminar, he de decir que en efecto, me gusta viajar, pero hacerlo a su lado ha sido maravilloso pues compartimos la misma locura, pero no es lo único que compartimos, va más allá que no sé cómo describir el enorme cariño, amor y admiración que le tengo y que si por algún motivo esta relación, que me es maravillosa llega a un fin, cómo él dice, recordaré esos viajes y él siempre vendrá a ese recuerdo.

“Es maravilloso viajar, te hace romper con miedos, conocer nuevos mundos, tener proyectos, metas, sueños y cumplirlos se siente una satisfacción sinigual y una vez que se cumplen vuelves a tener otros y otros hasta no parar. Te hace regresar a casa con alegría, no importa si vives solo, regresas alegre y con muchas cosas que contar”.

Desde México Maravilloso para el mundo.

A mi limerencia inefable: su Che Flaca.