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¿Cómo ayudar viajando?

Viajar nos llena de experiencias y aprendizaje, los cuales representan un gran beneficio para nuestro crecimiento personal, pero ¿cómo podemos regresarle a los sitios algo a cambio? La respuesta es simple: siendo viajeros responsables.

Viajar nos llena de experiencias y aprendizaje, los cuales representan un gran beneficio para nuestro crecimiento personal, pero ¿cómo podemos regresarle a los sitios algo a cambio? La respuesta es simple: siendo viajeros responsables.

La industria turística mueve muchísimo dinero. No importa cómo viajen. Aún si son mochileros, viajan de aventón, o se quedan en hoteles de lujo, el turismo mueve la economía y genera empleos. Pero también puede llegar a afectar mucho los lugares que visitamos si no lo hacemos de forma responsable, por eso es importante poner de nuestra parte para hacer del planeta un hogar mejor para todos.

En otro artículo de Alan por el Mundo les hablamos sobre cómo podemos causar un menor impacto ambiental en los sitios que visitamos y en esta ocasión, les proponemos algunas acciones de responsabilidad social como viajeros.

Voluntariado

Existen varios programas que invitan a la gente a compaginar sus viajes con actividades de voluntariado, los cuales van desde prestar nuestro tiempo para dar clases, hasta construir viviendas o ayudar con reparaciones.

Varias organizaciones (y hasta gobiernos) ofrecen la oportunidad de viajar para ayudar a otras personas o lugares, muchas de ellas siendo un poco más económicas a cambio del trabajo prestado. Si les interesa, lo primero que deben hacer es decidir qué tipo de voluntariado quieren hacer, si lo desean hacer en su país o en el extranjero y saber si cumplen con los requisitos (edad, idiomas requeridos, vacunas o visas).

Al hacer su búsqueda de lugares de dónde hacerlo, no olviden checar la reputación de los organizadores y considerar si sus acciones representarán un beneficio para la comunidad o es una simple trampa para turistas que vende la experiencia, pero sin ayudar verdaderamente. Algunas de las organizaciones a las que se pueden acercar son Natate, Volunteering Solutions, YMCA o AIESE.

 

También, si quieren ayudar a las comunidades afectadas por los pasados sismos que sacudieron parte del centro y sur de México, pueden acercarse a Operación Bendición o Cadena, que están ayudando con las labores de reconstrucción.

Al viajar como voluntario obtendrán varios beneficios, pondrán en práctica sus talentos, ayudarán a personas, al medio ambiente y al mismo tiempo conocerán otras culturas y convivirán con los locales.

Viajen de forma independiente

Viajar de manera independiente tiene muchísimas ventajas, ya que vamos a nuestro ritmo, disfrutamos de los lugares de una manera más íntima y visitamos los sitios que en realidad nos interesan y si queremos desviarnos un poco del camino, podemos hacerlo sin problema.

Sin embargo, al viajar de esta forma también ayudamos al comercio local, ya que nosotros decidimos dónde consumir nuestros alimentos y en qué tiendas gastar nuestro dinero.

Existen casos de empresas que realizan tours organizados que tienen pactos previos con determinadas tiendas, restaurantes o vendedores de souvenirs, en donde llevan a los turistas para que realicen sus compras. Un ejemplo es cuando Alan por el mundo estaba de excursión por el Desierto del Sahara, en Marruecos, y su tour hizo una parada inesperada en el pueblo de Tihernir, con el objetivo de venderles algunas alfombras bereberes. 

Si se llegaran a enfrentar a este problema, no caigan inmediatamente en la “trampa” y estudien muy bien las cosas que les venden.

Otro problema que tienen los tours organizados es que realizan turismo a gran escala, el cual puede resultar perjudicial para los sitios que visitamos, provocando una mayor inflación para los habitantes de ese lugar, precios más elevados para los visitantes e impactos ambientales.

Esto no quiere decir que está mal contratar un viaje organizado, pero la flexibilidad les permitirá tener más opciones y un mejor control de su tiempo.

Sabemos que existen lugares a los que es necesario ir en tour, si se encuentran ante esta situación, Investiguen muy bien al tour operador que les ofrece los recorridos, hay sitios que solo los deben visitar determinado número de personas al día, sin embargo se presentan casos en donde de no están completamente reguladas las visitas y el impacto ambiental puede ser grave.

Ya Alan por el mundo les contó su experiencia con el tiburón ballena, si bien no es una actividad mala, el problema es que ya se popularizó y cada vez más personas la realizan y saturan el hábitat de este mamífero.

Hay ciertas experiencias  como los tours de National Geographic Expeditions en Uganda y Ruanda, donde las visitas a los parques nacionales están controladas y al mismo tiempo ayudan a la preservación de los chimpancés y gorilas. 

Consume local

Este punto está relacionado con el anterior, porque al tener la oportunidad de comprar en diferentes sitios podemos elegir productos más auténticos y no hechos en masa en algún país que realice maquila.

Con esta acción, beneficiamos a los artesanos, productores, campesinos  y vendedores locales, así como a la economía del sitio que visitamos. Además tendrán un producto original y que represente la verdadera esencia del sitio que visitan.

No pongan todos sus huevos en una sola canasta

Así como dice el refrán, conviene invertir en diferentes opciones para minimizar los riegos o ayudar al mayor número de personas.

Si están decididos a comprar souvenirs, intenten hacerlo en diferentes tiendas, no sólo en las más grandes o populares.

Lee también: ¿Tienes un viaje a México? ¡No lo canceles! 

Involúcrense con fundaciones

A veces cuando creemos que hacemos un bien por las personas, en realidad estamos entrando en un círculo vicioso que lo único que ocasiona es que continúen en la misma situación. Por eso, no es bueno dar limosna o “ayudar” de manera descontrolada.

Existen fundaciones sin fines de lucro, las cuales buscan la manera de hacer llegar donaciones a los más lo necesitan, sin malos manejos (a veces hay negocios de trata detrás de un niño o anciano pidiendo dinero en la calle), corrupción y evitando la dependencia, para que puedan valerse por sí mismos.

Si desean hacer donaciones, busquen en internet alguna causa con la que sientan empatía e investiguen la reputación de la organización que elijan.

También si necesitan contratar un tour para hacer alguna actividad en específico, investiguen si la agencia dona parte de los ingresos a alguna asociación, por ejemplo en Myanmar existen varias empresas que destinan un porcentaje de las ganancias a programas de caridad.

En Tailandia, por ejemplo, si quieren interactuar con elefantes investiguen con quien contratarán esta actividad, pues algunas experiencias significan un maltrato extremo para estos animales. Sin embargo, existen otras compañías que con los ingresos que reciben de los viajeros, ayudan a la preservación y cuidado de ellos.

NOTA: Si están planeando un viaje con BestDay, al final de su compra pueden donar 10 pesos para ayudar a casi 500 alumnos del Colegio Mano Amiga a través del “Programa de padrinos” a terminar sus estudios. Los invito a conocer más de su proyecto en esta página.

Exploren nuevos sitios

Hay lugares que siempre van a estar llenos de gente. Admirarlos en todo su esplendor puede complicarse si una familia numerosa se empeña en tomarse fotografías frente a ti o el silencio que deseas para practicar el “deporte de la concentración” se ve interrumpido por alguna persona muy habladora.

Aunque evitar las horas con mayor afluencia es posible, hay sitios en los que es casi imposible encontrarse solo por su popularidad, sin embargo, muchas veces a tan sólo a unos pasos se encuentran paisajes o lugares no tan conocidos y que son igual de impresionantes.

Busquen opciones no tan populares, porque además de ser más económicas, su paso por estos sitios es menos perjudicial para el ambiente, ya que las aglomeraciones turísticas provocan impactos como destrucción de hábitats, erosión de infraestructuras y contaminación.

A estos problemas se suman los meramente humanos como la congestión del tránsito, ruido y densidad poblacional mayor a los servicios disponibles, entre otros.

Actualmente, existen programas como el de Machu Picchu que buscan controlar el número de personas que visitan la zona arqueológica con el fin de ocasionar una menor erosión en el sitio.

Otro ejemplo, es el tipo de turismo que se realiza en Bután, donde es controlado por un mínimo de gasto diario y con guías autorizados por el Estado que garantizan una visita más responsable. Les cuento más sobre esto en mis videos de este país ).

#PreguntaAXM ¿Qué otra acción nos proponen para poder ayudar viajando?

Miriam

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